24 enero 2011

Un mundo tras la victoria ante Osasuna

Por fin llegó la victoria en casa. Respiremos. Ya se consiguió. Se acabó con esa presión que teníamos nosotros mismos en el Mediterráneo. Ha llegado tarde, sí, pero a tiempo. Encima hemos dejado la última plaza.

En la previa hablé de la situación controvertida que teníamos. Nos habíamos puesto por primera vez como farolillo rojo, algo que normalmente desmotiva y hunde a cualquiera, sin embargo en nuestro caso habíamos llegado a esa posición mientras progresábamos adecuadamente. Suena paradójico, pero es así. El empate ante el Real Madrid, pero sobre todo la clasificación para semifinales de la Copa tras eliminar al Deportivo, nos subió la moral como la espuma (y hay quien apoya la tesis de que el torneo del KO perjudica bastante...). Estoy convencido que una eliminación en la Copa de Rey nos hubiera llevado a un juego del equipo muy diferente al de ayer, y por lo tanto el resultado podría haber sido distinto. La sensación que tenía antes de jugar ante el Osasuna era positiva, como así creo que era en toda la afición almeriense y dentro de la plantilla.

A eso se le juntaba las demoledoras estadísticas de nuestro rival. Llevaba 7 jornadas sin conocer la victoria (ahora 8), un año sin ganar fuera de su campo y en el nuestro, el Mediterráneo, jamás había ni siquiera puntuado. Todo daba indicios de que ayer romperiamos con nuestra racha negativa en casa. Así fue y a la misma vez que la tiramos por la borda, ampliamos otra. Osasuna seguirá atemorizado cuando pise el Mediterráneo, porque siempre ha salido derrotado.

Además, estos tres puntos valen más si caben. El Osasuna es un rival directo y ahora le ganamos el gol-average.

Pero el Almería 3, Osasuna 2, nos dejó más cosas. Ulloa, ese nuevo ídolo rojiblanco, marcó ayer el gol 150 del Almería en Primera. El argentino está siendo fundamental esta temporada y eso que no ha disputado muchos encuentros. Él será pieza clave de aquí al final de Liga. Tiene a la afición ganada y todos confiamos en él para ser nuestro verdadero matador en el área rival, algo que no teniamos desde la marcha de Negredo.

Y si Ulloa fue uno de los nombres propios en el encuentro de ayer, el otro fue Soriano. El maño regresó a lo que fue su casa y como no podía ser de otra forma, Almería lo recibió con los brazos abiertos. Fueron 5 años en los que dió mucho al equipo y aunque lo viésemos con otra camiseta, algo que se hace hasta raro, merecía nuestra ovación. Yo personalmente lo sigo hechando de menos en el centro del campo. No se podrá olvidar jamás ese 23 llamado Fernando que participó en nuestro paso del anonimato a la popularidad a nivel nacional.

El encuentro se preveía emocionante por muchos motivos y así lo fue. Como se puede apreciar tras la victoria ha mucho más de tres puntos. Ahora ya sabemos ganar en casa y tras los últimos resultados ante Madrid, Deportivo y Osasuna confiamos en nostros mismo para competir en el alto nivel de esta Liga. Tocamos fondo, sin embargo ayer retomamos el vuelo. Hemos dejado atrás la última plaza.

Toca seguir luchando para salir de los puestos de descenso. Eso será más duro. La cuenta atrás comenzó, y en la primera jornada salimos victoriosos de la extrema dureza del desierto que nos ha tocado atravesar. Ahora quedan 18 jornadas más. La guerra por la supervivencia no ha hecho nada más que empezar.

En medio de este desierto, nos toparemos con un oasis. Será el miércoles. Disputaremos por primera vez unas semifinales de la Copa del Rey, algo que no se consigue todos los días. Hay quienes nunca lo han conseguido. Será ante uno de los equipos más temidos actualmente por todo el mundo, el FC Barcelona. No hay nada que perder. A disfrutar se ha dicho. Nos lo hemos ganado.

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