11 abril 2011

FCB, más que un club... es un negocio

El sábado estuve en el Camp Nou presenciando el Barcelona-Almería. Hubo varias cosas que me sorprendieron, pero por encima de todo aluciné con lo que puede llegar a mover la marca blaugrana.

Había muchísima gente en los alrededores del estadio. Tanta inclusa que llegaba a ser molesto. De entre toda ella, no sé si la mayoría, pero sí muchísimos espectadores al encuentro no eran habituales por allí. Muchos estaban perdidos. Desconocían donde estaban las taquillas, por que puerta se entraba al campo, etc. La razón de esto es que no eran de Barcelona, ni siquiera de España. Británicos, chinos y japoneses había a puñados. Junto al catalán o castellano era frecuente escuchar la lengua inglesa. Si no es porque toda esa gente llevaban los colores azulgranas podías perfectamente pensar que te habías equivocado de camino y habías llegado a la Sagrada Familia o al parque Güell. Allí había más turista que hinchas del Barcelona.

Lo que ya definitivamente me dejó impactado fue la tienda oficial del club barcelonés. Entré en ella y estaba abarrotada. He visitado algunas tiendas oficiales de clubes y mucha de la gente que entra en ellas es para verlas (como es mi caso). En la del Barcelona no era así. Allí todo el mundo se llevaba algo, sobre todo camisetas. La blaugrana se vendía como rosquillas. Quizás exagere pero puede que en aquella tarde el Barcelona ganase más dinero con la venta de sus productos que el Almería con la venta de entradas de todo el año. Aquello era un auténtico negocio.

Sin embargo no sólo el FC Barcelona aprovechaba su nombre, como es legítimo, para ganar dinero. Los aficionados también lo hacían. Cuando me acerqué a las taquillas había más vendedores que compradores. Entradas ya sacadas o inlcuso el propio abono eran ofrecidos a todo aquel que buscaba una entrada. Fueron muchos los que me quisieron vender sus entradas. Incluso llegué a tener a 4 personas a mi alrededor al mismo tiempo intentando venderme un pase al campo. Aquello fue al mismo tiempo que agobiante, bochornoso. Como si de buitres se tratase buscaban por todos los medios sacarse un dinero a costa de "su" equipo.

Vi como se puede utilizar el deporte para enriquecerse económicamente. Aunque no solo el negocio es lo que rondaba por el Camp Nou. También la política se metía en el mundo del deporte. Se podían ver más banderas independentistas que del Barcelona. Por no hablar de algunas instantaneas que vieron mis ojos, como la de niños pequeños con camisetas negras que mostraban unas ideas políticas un tanto radicales, que si ya sobran en el fútbol, más cuando se ven en niños.

Por todo lo que fui viendo, antes del encuentro ya me sentía más orgulloso si cabe del equipo que soy. Durante el encuentro más aún. Estaba bastante equivocado. Pensaba que el Barcelona nos ganaba en muchos aspectos y lo cierto es que solamente nos es superior en dinero.

Ese día supe más aún del significado fútbol-negocio. Si ya antes lo rechazaba ahora mucho más. También comprendí a lo que se refiere el club culé con lo de "més que un club". Lástima que el eslogan no esté completo. El FC Barcelona más que un club es un negocio.

1 comentarios:

Nico García dijo...

Espléndido relato Victor. Por eso, me siento orgulloso de ser del Almería aunque esté en Tercera.

Un saldo.

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