11 julio 2011

La Roja, de la mano de Iniesta, nos dió la gloria

11 de Julio del 2010. Soccer City de Johannesburgo (Sudáfrica). Todo el planeta Tierra pendiente de la gran final del Mundial de fútbol. A las 20h30 aparecen en escena dos banderas. Una es la de los Paises Bajos y otra la de España. Ambas naciones quedan paralizadas durante dos horas. El resto del planeta bien sueña con ver a su equipo algna vez ahí, bien lamentan el no estarlo. El árbitro pita el inicio del partido. Ya no existe ninguna otra cosa en el mundo. Holandeses o españoles se convertirán en los reyes del fútbol mundial. Solo falta esperar para ver quienes serán. Conforme avanza el encuentro la tensión aumenta. La emoción del desenlace cada vez es mayor. El resultado de tablas no cambia. De hecho terminan los 90 minutos y todo sigue igual. Millones de corazones acelerados se escuchan en el sur de Africa procedentes de Europa. El desenlace se alarga, tanto que llega la segunda parte de la prórroga sin cambios. Aparece la palabra penaltis en la cabeza de medio planeta. El campeón del mundo se puede decidir con el azar de la tanda de penaltis. Sin embargo alguien antes lo evita. Un barón nacido el 11 de Mayo de 1984 en la localidad de Albilla, Albacete, irrumpe en el desenlace del torneo. Un compañero le deja un balón dentro del área para cruzarla a gol y cambiar la historia de todo un país. Su nombre es Andrés Iniesta. Consiguió romper el empate a 0 y darle a España la primera Copa del Mundo. Los holandeses se hecharon a llorar, mientras los españoles entraron en estado de éxtasis. El planeta se arrodilló inmediatamente ante el nuevo rey del fútbol. España era la nueva campeona.

Aquello fue realmente emocionante. Jamás antes tuve una sensación igual a la de aquel momento. A partir de ese segundo en el que Iniesta mete el gol, hay un antes y un después. Hoy, justo un año después, aún sigo impactado. El siguiente enlace es el de la primera columna, muy escueta, que hice sobre el hito. Fue al día siguiente y sólo me salía de dentro una palabra, gracias:


Una vez más, gracias. Doy gracias por ser quien soy, de donde soy y como soy. Eso me ha llevado a vivir de una forma muy especial aquel Mundial. Jamás lo podré olvidar. Dudo que se repita algo más en mi vida que me haga sacar aquellos sentimientos que afloraron dentro de mí. Sólo deseo que todo ser humano haya vivido o viva algún momento parecido al que tuve yo por aquellos días. Es tan bonito que toda persona merece sentirlo. Da lo mismo que sea con el deporte o con otro ámbito de nuestras vidas. En mi caso fue con una de mis pasiones, el fútbol. Y exactamente con la participación de mi país en un torneo. Enorme mi nación. Le estaré siempre agradecida. Viva siempre España.

3 comentarios:

Nico García dijo...

Hoy me he levantado raro. ¿No podríamos repetir ese día? jejej

Marco dijo...

El día que España tuvo al mundo del deporte en sus manos. Éxitos, te espero en mi blog.

papa dijo...

Victor te veo celebrando la victoria del mundial
y como se difruto y difrutamos todos los que verdaderamente creimos en ellos, grande la roja
ahora a por la eurocopa.

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