20 mayo 2012

El orgullo almeriense floreció entre las cenizas

Eufórico debemos de estar. Ganamos la final ante el Alcorcón. La primera final. Ahora restan tres más. La victoria coincidió precisamente con el quinto aniversario del ascenso a Primera.

Cómo es el fútbol, pasamos de ver como Esteban salvaba milagrosamente el 0-1, lo que nos hubiera dicho adiós a toda la temporada, a hacer una contra maravillosa del gran Ortiz junto a Jonathan (cantera al poder) para hacer gol y meternos de lleno en la lucha por el ascenso a falta de tres partidos. Por cierto, me quedé hace mucho tiempo sin palabras para el capitán Ortiz... Pasan los años y sigue asombrando a propios y extraños. No hay nadie, ni hubo, ni lo habrá, como Ortiz Bernal.

Eso sí, antes de ese magnífico minuto 75, todo fue sufrimiento. Fueron más de una hora viendo como caminábamos sobre el alambre y sabiendo que cualquier tontería nos caíamos para hacerlo definitivamente. Hay que acostumbrarse a eso a partir de ahora, porque al no hacer los deberes cuando los teníamos que haber hecho, toca jugar finales una tras otra en lo que resta de temporada.

Lo que queda sólo es para valientes. Cinco mil seguidores estamos dispuestos a pasar por ello. No necesitamos más. Somos pocos, pero fieles. Ayer la afición sí jugó el encuentro. Demostró por qué hace una semana recibió por parte de la LFP el premio Jugador Nº 12. La grada llevó en volandas al equipo, sobre todo tras el gol. Ese empujón hizo aguantar el resultado e incluso mejorarlo. Aunque también se animó con el empate a cero. Con cada mínimo acercamiento del equipo rojiblanco a la portería contraria la grada despertaba. También fue muy buena la presión que se le hizo al árbitro.

El Mediterráneo fue consciente en todo momento de lo que había en juego. Siempre pasa lo mismo, cuanto menos gente hay en el campo, más presión y más se anima. Quizás debamos de despreocuparnos por la cantidad y mirar más por la calidad. Es por esto que la iniciativa del 2x1 de Alfonso García es más ridícula aún. Es un error grave lo que está haciendo la diretiva y lo que me extraña es que lo sigan haciendo. Está más que demostrado que así no está yendo gente nueva al campo, sin embargo lo que sí está haciendo es que los abonados estén hartos de ver como su abono pierde valor en los tramos finales campaña tras campaña. Hace falta mimar al abonado, algo que hace muchos años que no se está haciendo. Basta ya de regalar entradas.

A pesar de las piedras que la propia directiva rojiblanca está poniendo en el camino del ascenso (plantilla corta, cese de entranador en mal momento, críticas hacia la afición, mentiras hacia el abonado...), el orgullo almeriense, con Ortiz a la cabeza, no morirá. Almería nunca se rinde.

1 comentarios:

Nico García dijo...

Lo que te perdiste el sábado en el Estadio.... Por cierto hoy jugamos. ¡Vamos Cartagena!

Un saludo!

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