Almería es rojiblanca

Los resultados no llegan. La situación cada vez es más difícil de superar. Pero hay algo que sí funciona en Almería. Me refiero a la afición.

El sábado ante el FC Barcelona quedó patente. La afición animó de lo lindo, la presión que metió al rival fue sublime y quedó como toda una hinchada señorial al despedir con aplausos a todo un campeón del mundo y mejor persona como es Iniesta. El ambiente, a pesar de la derrota, fue magnífico y el colorido del estadio intimidante para cualquier adversario.

Sorprendente fue "oir" el silencio absoluto con los goles del Barcelona. En pocos campos de España ocurre ésto. Puedo advertir desde ya que los goles del Almería sí serán celebrados en el Camp Nou. Los almerienses nos desplazamos por toda la península ibérica. El equipo rojiblanco nunca camina sólo.

Es el séptimo encuentro sin ganar. La afición no ha visto aún ninguna victoria de su equipo. Sin embargo, al contrario que en el pasado, los silbidos brindan por su ausencia y los aplausos siguen sonando hacia sus jugadores.

Algo ha cambiado con los años. Hoy el Mediterráneo se tinte de rojo y blanco. Hoy se presume de bufanda. Hoy los almerienses rechazan a todo un Barcelona. Hoy Almería es rojiblanca.