¡Levantaos, almerienses!

Es incomprensible lo que está pasando. Llevamos 7 partidos sin ganar, nos veíamos salvados hace unas semanas y ahora nos vemos con la soga al cuello, y para rematarlo todo tiene lugar un partido como el de ayer, surrealista total. No hicimos gol ni en las ocasiones más clara que jamás haya visto, el árbitro nos roba el partido, el encuentro acaba como nunca quieres ver perder a tu equipo -con gol en el último segundo- y encima ves como dos integrantes de tu equipo son expulsados de forma infantil. Ahora con tres partidos difíciles que restan nos vemos obligados a sacar puntos. Lógicamente la familia rojiblanca se encuentra destrozada.

Tras el partido ante el Xerez, lo único que quieres es que te trague la tierra, descargar la ira contra un muro de la calle o desear que llegue el siguiente partido para pasar cuanto antes el calvario al que estamos sometidos hasta el martes. Sin embargo, en estas situaciones es cuando hay que sacar fuerzas donde no las hay. El amor a estos colores es tan grande que ahora es cuando tengo más ganas de defender, querer y animar ese nombre, esa ciudad, ese club... Almería. Eso es lo que haré ahora, porque las lamentaciones ya valen para bien poco, y así van actuar los grandes aficionados que tiene el Almería.

El martes los almerienses estarán con su equipo de fútbol. Ya hay movilizaciones para crear un ambiente de victoria. Todos debemos de asistir al campo con nuestros colores, banderas y bufandas y dos horas antes del partido hay una concentración en las puertas del hotel del Almería para llevar en volandas al equipo. Luego la marea rojiblanca marchará a pie hacia el estadio y allí tendrá lugar uno de los partidos más importantes de los últimos años.

Es la hora de sacar el sentimiento rojiblanco. Ahora más nunca, siempre Almería.