Ya son tres veces en casa las que nos empatan en el descuento, ante Girona, Valladolid y Las Palmas. La primera vez se entiende: "son cosas del fútbol". Si se repite, uno se mosquea, pero simplemente se pide que no se vuelva a dar bajo ningún concepto: "otra vez echamos por tierra el partido. Que no se vuelva a repetir". Sólo el ser humano tropieza dos veces en la misma piedra. Sin embargo en nuestro caso ha habido una tercera. Fue ayer, ante los grancanarios. ¿Qué pasó tras perder nuevamente dos puntos? Pues que la afición pilló un rebote monumental y con razón.
Son seis puntos que hemos dejado en el camino nosotros mismos, ¡seis puntos! Eso es muchísimo y más en una categoría tan igualada como la Segunda. Para cualquier equipo, la diferencia de seis puntos al final de temporada puede suponer el descenso con respecto a la permanencia o el quedarte sin ascender.
No voy a criticar el juego del equipo. Es más, sigo pensando que es el mejor que podemos hacer con la plantilla que tenemos. Es un estilo de juego que nunca he criticado, si acaso lo contrario. No estamos acostumbrados, pero hay muchos equipos que lo utilizan. De esta manera, hay clubes que han ganado la Champions y selecciones que han hecho lo propio en un Mundial.
Precisamente por esto, en nuestro juego se debe cuidar cualquier detalle y no puede ser que se haya perdido dos puntos en el último minuto de partido en tres ocasiones en lo que llevamos de temporada, y todas en casa, que duele más. Lucas Alcaraz debería de haber evitado lo de ayer. Si ya antes de aterrizar, el granadino fue rechazado por gran parte de la afición (sin culpa o por el pasado), ahora si ha conseguido que las críticas hacia él sean razonables. Si se juega con el resultado, hay que hacerlo bien. Si te encierras atrás, no puede llegar el gol de rival jamás. Si esto pasa, entonces está claro que el sistema de juego ha fracasado. En nuestro caso ha sido en tres ocasiones.
O se corrige esto o pronto se escuchará en el Mediterráneo el "Lucas vete ya". Aunque se lo habría ganado a pulso, la marcha de Alcaraz sería lo peor que nos podría pasar. Digo esto porque confío en este entrenador para acabar la Liga entre los seis primeros, que es un objetivo difícil, pero lógico para ser quienes somos.
1 comentarios:
Me quedo con el último párrafo. Hoy he estado en una tertulia y me quedo con las palabras de Corona. "Todavía estamos en Octubre".
Publicar un comentario