Los pistoleros salieron a la acción. Pasa en todos los países del mundo. Se produce con cualquier derrota de un equipo, y se multiplica si se da su eliminación en un torneo. Están siempre en alerta para a la más mínima disparar. Ha sido así siempre, aunque su forma de actuar deja mucho que desear.
Con la derrota de España frente a Chile, incluso ya con la goleada encajada ante Holanda, éstos salieron en escena. Dispararon a diestro y siniestro, llegando a obstinarse por algunos en concreto. Hoy aún siguen en acción. No sólo son injustos, que además traspasan los límites de la educación.
El trato con algunos integrantes de nuestra Selección, en especial con el entrenador, Vicente del Bosque, está siendo insultante. No sólo ha sido el punto de mira de las balas, que además se están ensañando con él. Incluso le buscan sustituto. La debilidad que está sufriendo la están disfrutando tanto carroñeros como sus depredadores. Lo peor es que éstos parecen no cansarse y de seguir así podríamos estar ante el fin de este gran seleccionador, que nos llevó a ganar el primer y único título mundial de nuestras vidas.
Lo mismo que no se puede vivir del pasado, tampoco nos podemos quedar sólo con el presente. Del Bosque pudo tener sus errores en la confección de la lista de 23, también en alguna que otra decisión tomada para este Mundial, pero jamás se puede pensar que él no es apto para seguir dándonos títulos internacionales.
Constantemente ha intentado renovar a la Selección, aunque ahora algunos quieran hacer pensar que apuesta siempre por los mismos. Ha sabido hacer ese cambio en un encuentro atascado para darnos la victoria. Ha demostrado saber rectificar cuando ha sido necesario. Al mismo tiempo que sabe dirigir un grupo, intenta comprender a cada uno de sus jugadores. No hay razones de peso para que los españoles dejamos de apostar por él.
Cuando no se cumple el objetivo, o lo alcanzado ha sido inferior a lo esperado, es que algo ha fallado. Por supuesto hay que buscar donde han estado los errores e intentar mejorarlos. Para ello hay que analizar, profundamente ¿Por qué siempre se busca solucionarlo todo cargándonos al entrenador?
Uno de nuestros problemas ha sido la falta de ambición, dicho incluso por algún jugador ¿No es más culpable ese internacional que acepta la llamada de Del Bosque cuando no se siente con ganas, o al menos no como es debido, para afrontar el mayor evento de fútbol? Por otro lado ha habido una prepotencia importante que nos ha llevado a ver las cosas más fáciles de lo que son ¿No es más culpable la prensa, y también la afición, de esta situación en la que los jugadores se han podido ver afectados, derivando a una posible relajación?
Está habiendo un complot para cargar las responsabilidades de nuestro fracaso sobre una única persona. Otro se están frotando las manos al quedar libres de cargo. Espero que Del Bosque demuestre una vez más ser más inteligente que el resto. Si el Marquesado sale de ésta, puede desenmascarar a mucha gente, a esa que directa o indirectamente han encubierto los pistoleros. Y esa sería la solución a nuestros problemas.
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