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El Almería es quien mejor lo tiene para conseguir el hito de seguir un año más en la máxima categoría del fútbol español. Las posibilidades de descenso son mínimas, exactamente del 1´23%, pero las hay. Por eso está obligado mínimo a empatar frente al Athletic de Bilbao. El encuentro es en su feudo, por lo que de darse lo "imposible", el daño puede ser atroz para los almerienses. Por contra, con la salvación, la fiesta puede ser más que bonita para este joven club.
La conjuración maldita
En el caso de caer frente al Athletic, cuarto clasificado de la Liga y club que jugará la previa de la mejor competición continental, su permanencia dependerá de lo que pase en los otros tres estadios, con una opción de descenso:
-Vallecas: Si gana el Rayo Vallecano, matemáticamente el Almería será equipo de Primera. Si hay empate o gana el Getafe, habría que mirar en los otros dos estadios porque se podría dar la "opción maldita".
-El Sadar: El Osasuna se enfrenta al colista y ya descendido Betis. Si los sevillanos ganan o empatan, pasara lo que pasara lejos de Pamplona, el Almería continuaría el año que viene en la misma categoría. Si gana el Osasuna, lo mismo que antes, se tocaría la tecla para darse esa opción de descenso de los rojiblancos.
-José Zorrilla: En Pucela hay un duelo directo, una final. El Valladolid se enfrenta al Granada. Si ganan los de casa o hay empate, no importará lo que pase fuera. El Almería se quedará en Primera. Si el que gana es el Granada, se daría la última cábala para la posibilidad de descenso de los almerienses.
Si las cuatro teclas mencionadas se alían contra el Almería, la opción del descenso sería real, aunque aún habría que darse otra conjura. El Osasuna deberá invertir la diferencia de goles. Actualmente favorece al Almería en +3, por lo que los rojillos deberán hacer +4 contando el Almería-Athletic y Osasuna-Betis. Es decir, el Almería tendría que perder por ejemplo 0-2 y el Osasuna vencer 2-0. O darse un 0-1 en el Mediterráneo y en El Sadar 3-0.
Difícil es que todo ésto pase, pero en el fútbol nunca se sabe y lo imposible puede convertirse en posible. No hace falta más opciones que la que hay para que en Almería se tenga la máxima tensión. Es mucho lo que hay en juego y las ganas que hay de conseguir el objetivo son inmensas. Los rojiblancos no quieren relajaciones. Ansían la gloria de la salvación.
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