Foto: Granada Hoy. |
Ambas hinchadas llevábamos más de una década esperando el enfrentamiento en Los Cármenes. Ha sido una espera muy larga que ha enfriado la relación entre almerienses y granadinos. Ésto hace que estas dos regiones vecinas comencemos de cero la interacción. En el partido de ida todo se pasó en armonía, pero veremos si ocurre lo mismo en lo que sería el segundo duelo en apenas unos meses.
El partido en sí estará cargado de tensión por lo que hay en juego. Es la vida o la muerte, el quedarse entre los mejores o descender a Segunda. Ésto no se ha convertido en lo más inquietante para saltar la chispa que cree la guerra. Durante la semana hay un argumento que preocupa más. No será fácil parar la mecha que ha encendido el presidente del Granada Quique Pina.
En Almería estamos muy molestos, con razón, de la jugarreta que nos ha hecho este señor, si se le puede llamar así. La mala imagen de Pina entre los almerienses viene de antaño, sin embargo lo de esta semana ha superado la expectativas.
Nazaríes y rojiblancos pactaron en el partido de ida unos precios conjuntos para ofrecer a la afición visitante. Los granadinos pudieron disfrutar del encuentro en el Mediterráneo a 25 euros. Mismo precio deberíamos de tener los almerienses en Los Cármenes.
Primero la directiva del Granada impidió la compra de entradas online para este partido y luego tardó en dar la posibilidad de comprar dichos tiques que con tanta ansias esperábamos en la capital de la región del Indalo. Lo peor llegó al anunciar los precios fijados. El Granada no envió ni 1000 entradas y a un valor de 45 euros, casi el doble de lo que le costó a un granadino ver el partido en Almería. El pacto se había roto unilaterlmente y la mecha quedó encendido.
El enfado en Almería es monumental. Centenares de fieles seguidores quedaremos sin poder entrar a ver al equipo en lo que se ha convertido el partido más importante de la temporada. El Granada ha jugado con los sentimientos de los almerienses y ha conseguido que esa afición que se ha recorrido toda España acompañando al equipo, se vea frenada en el desplazamiento más cercano del año.
Las reacciones de rechazo ya se han producido en el entorno rojiblanco. La respuesta se ha producido hasta de la misma directiva del Almería, que ha decidido no sentarse en el palco. Lo hará en su lugar en la grada visitante, junto a los hinchas de a pie.
Todavía quedan dos días para que arranque el encuentro, pero parece haberse iniciado ya. Lo hizo en ese momento en el que Quique Pina quiso jugar sucio para así meterle un gol al Almería. La pelota está ahora en nuestro tejado y nos toca responder. Tenemos la oportunidad de hacerlo a lo grande, y así será.
El partido acaba nada más que empezar.
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